FLUCTUACIÓN
FLUCTUACIÓN LIMPIA
En un sistema de fluctuación limpia, los bancos centrales se mantienen totalmente al margen y permiten que los tipos de cambio se determinen libremente en los mercados. Situación en la que se encuentran aquellas monedas cuyo tipo de cambio es el resultante del libre juego de la oferta y la demanda, sin que en ningún momento se produzca la intervención del banco central del país correspondiente.
LA OFERTA Y LA DEMANDA DE DIVISAS CON FLOTACIÓN LIMPIA
Cuando existe flotación limpia el tipo de cambio puede moverse libremente dondequiera que esté el equilibrio de mercado en cada momento. La oferta y demanda de divisas (o de moneda nacional) son el resultado únicamente de las decisiones de los agentes económicos privados, sin que exista ningún tipo de intervención oficial.
El hecho de que sea la oferta y la demanda de divisas la que determine libremente la evolución del tipo de cambio cuando existe una flotación totalmente limpia puede conducir a fuertes fluctuaciones en la evolución del tipo de cambio. Este riesgo se ha acrecentado en las últimas décadas a medida que la importancia relativa de los flujos de capital en el conjunto de las transacciones que se realizan en el mercado de divisas es cada vez mayor.
LA FLOTACIÓN LIMPIA Y EL NIVEL DE RESERVAS CENTRALES
Si existe flotación limpia y, por tanto, está ausente cualquier tipo de intervención del banco central en el mercado de divisas, el nivel de reservas centrales permanece inalterado a lo largo del tiempo.
LA FLOTACIÓN LIMPIA EN LA PRÁCTICA
La flotación limpia o una flexibilidad completa muy pocas veces se cumple en la realidad. De hecho, se puede cuestionar si en realidad ha existido alguna vez algún sistema de tipos de cambios con una fluctuación totalmente limpia. La mayoría de las políticas de los gobiernos afectan al tipo de cambio, y son pocas las veces en las que los gobiernos las llevan a la práctica, sin tener en cuenta los efectos en el tipo de cambio de su moneda.
Incluso cuando la política de las autoridades monetarias sea permitir la flexibilidad dejando flotar el tipo de cambio, el gobierno no suele estar dispuesto a dejar que el tipo de cambio se sitúe en los niveles en los que le conduzca libremente la oferta y demanda privadas. Y, de hecho, lo habitual es que exista una flotación sucia o intervenida.
FLUCTUACIÓN SUCIA
En un sistema de fluctuación sucia o dirigida el banco central interviene cuando el tipo de cambio excede los límites y estos se consideran perjudiciales para la economía de un país. (Es lo que en la práctica mas se da). Situación en la que se encuentran aquellas monedas cuyo tipo de cambio se fija libremente en función de la oferta y la demanda, pero en la que el banco central se reserva el derecho a intervenir comprando o vendiendo para estabilizar la moneda y conseguir los objetivos económicos.
Un sistema cambiario flotante sucio está a medio camino entre un tipo fijo y uno flexible ya que un país puede obtener beneficios de un tipo flotante libre pero también tiene la opción de intervenir y minimizar los riesgos asociados a una divisa flexible pura. Por ejemplo, si el valor de una divisa aumenta o disminuye muy rápidamente, el banco central puede decidir intervenir para minimizar cualquier daño que pueda resultar de esta fluctuación. Este es especialmente el caso cuando el comercio internacional es afectado: los bancos centrales puede actuar para evitar una alta apreciación de su moneda y mantener las exportaciones netas.
En realidad, casi ninguna de las divisas de los países desarrollados posee un sistema de tipos de cambio flexibles puro ya que siempre existe algún grado de apoyo por parte del banco central y por tanto poseen un tipo sucio. De hecho, ya que la mayoría de los países intervienen en los mercados de divisas de vez en cuando, estos pueden ser considerados sistemas cambiarios sucios. El Sistema Monetario Internacional, que vela por el correcto funcionamiento del sistema monetario internacional y monitoriza las políticas económicas y financieras de sus miembros, permite la intervención en los tipos cuando hay claros signos de riesgo para la economía de algún país miembro.
La siguiente figura muestra los diferentes regímenes según cuatro variables: la flexibilidad del cambio, la pérdida de una política monetaria independiente, el efecto anti inflación y la credibilidad del compromiso del tipo de cambio.
En un sistema de fluctuación limpia, los bancos centrales se mantienen totalmente al margen y permiten que los tipos de cambio se determinen libremente en los mercados. Situación en la que se encuentran aquellas monedas cuyo tipo de cambio es el resultante del libre juego de la oferta y la demanda, sin que en ningún momento se produzca la intervención del banco central del país correspondiente.
LA OFERTA Y LA DEMANDA DE DIVISAS CON FLOTACIÓN LIMPIA
Cuando existe flotación limpia el tipo de cambio puede moverse libremente dondequiera que esté el equilibrio de mercado en cada momento. La oferta y demanda de divisas (o de moneda nacional) son el resultado únicamente de las decisiones de los agentes económicos privados, sin que exista ningún tipo de intervención oficial.
El hecho de que sea la oferta y la demanda de divisas la que determine libremente la evolución del tipo de cambio cuando existe una flotación totalmente limpia puede conducir a fuertes fluctuaciones en la evolución del tipo de cambio. Este riesgo se ha acrecentado en las últimas décadas a medida que la importancia relativa de los flujos de capital en el conjunto de las transacciones que se realizan en el mercado de divisas es cada vez mayor.
LA FLOTACIÓN LIMPIA Y EL NIVEL DE RESERVAS CENTRALES
Si existe flotación limpia y, por tanto, está ausente cualquier tipo de intervención del banco central en el mercado de divisas, el nivel de reservas centrales permanece inalterado a lo largo del tiempo.
LA FLOTACIÓN LIMPIA EN LA PRÁCTICA
La flotación limpia o una flexibilidad completa muy pocas veces se cumple en la realidad. De hecho, se puede cuestionar si en realidad ha existido alguna vez algún sistema de tipos de cambios con una fluctuación totalmente limpia. La mayoría de las políticas de los gobiernos afectan al tipo de cambio, y son pocas las veces en las que los gobiernos las llevan a la práctica, sin tener en cuenta los efectos en el tipo de cambio de su moneda.
Incluso cuando la política de las autoridades monetarias sea permitir la flexibilidad dejando flotar el tipo de cambio, el gobierno no suele estar dispuesto a dejar que el tipo de cambio se sitúe en los niveles en los que le conduzca libremente la oferta y demanda privadas. Y, de hecho, lo habitual es que exista una flotación sucia o intervenida.
FLUCTUACIÓN SUCIA
En un sistema de fluctuación sucia o dirigida el banco central interviene cuando el tipo de cambio excede los límites y estos se consideran perjudiciales para la economía de un país. (Es lo que en la práctica mas se da). Situación en la que se encuentran aquellas monedas cuyo tipo de cambio se fija libremente en función de la oferta y la demanda, pero en la que el banco central se reserva el derecho a intervenir comprando o vendiendo para estabilizar la moneda y conseguir los objetivos económicos.
Un sistema cambiario flotante sucio está a medio camino entre un tipo fijo y uno flexible ya que un país puede obtener beneficios de un tipo flotante libre pero también tiene la opción de intervenir y minimizar los riesgos asociados a una divisa flexible pura. Por ejemplo, si el valor de una divisa aumenta o disminuye muy rápidamente, el banco central puede decidir intervenir para minimizar cualquier daño que pueda resultar de esta fluctuación. Este es especialmente el caso cuando el comercio internacional es afectado: los bancos centrales puede actuar para evitar una alta apreciación de su moneda y mantener las exportaciones netas.
En realidad, casi ninguna de las divisas de los países desarrollados posee un sistema de tipos de cambio flexibles puro ya que siempre existe algún grado de apoyo por parte del banco central y por tanto poseen un tipo sucio. De hecho, ya que la mayoría de los países intervienen en los mercados de divisas de vez en cuando, estos pueden ser considerados sistemas cambiarios sucios. El Sistema Monetario Internacional, que vela por el correcto funcionamiento del sistema monetario internacional y monitoriza las políticas económicas y financieras de sus miembros, permite la intervención en los tipos cuando hay claros signos de riesgo para la economía de algún país miembro.
La siguiente figura muestra los diferentes regímenes según cuatro variables: la flexibilidad del cambio, la pérdida de una política monetaria independiente, el efecto anti inflación y la credibilidad del compromiso del tipo de cambio.
LA OFERTA Y LA DEMANDA DE DIVISAS CON FLOTACIÓN SUCIA
Cuando existe flotación sucia la autoridad monetaria nacional interviene en el mercado de divisas para comprar o vender moneda extranjera a cambio de moneda nacional. Por medio de esta intervención, el gobierno espera modificar la configuración de la oferta y la demanda y, por lo tanto, influir en el valor de equilibrio del tipo de cambio.
Por tanto, cuando existe una flotación intervenida la oferta y demanda de divisas (o de moneda nacional) ya no es exclusivamente el resultado de las decisiones de los agentes económicos privados, sino que por el contrario la intervención del banco central incidirá en la oferta o la demanda de divisas, según sea el signo de la intervención.
Si el banco central intenta evitar una tendencia apreciadora de la moneda nacional tendencia depreciadora de la moneda extranjera intervendrá en el mercado de divisas comprando moneda extranjera y vendiendo moneda nacional. De esta forma la demanda de divisas aumentaría a la vez que aumentaría la oferta de moneda nacional. Por el contrario, si el banco central intenta evitar una tendencia depreciadora de la moneda nacional tendencia apreciadora de la moneda extranjera intervendrá en el mercado de divisas vendiendo moneda extranjera y comprando moneda naciona. De esta forma la oferta de divisas aumentaría a la vez que aumentaría la demanda de moneda nacional.
LA FLOTACIÓN SUCIA Y EL NIVEL DE RESERVAS CENTRALES
Si existe flotación sucia y, por tanto, la autoridad monetaria nacional interviene en el mercado de divisas, el volumen y la composición de las reservas centrales de divisas constituyen un elemento esencial para la autoridad monetaria nacional, dado que la intervención en el mercado de divisas se va a saldar con variaciones en el nivel de reservas centrales.
La intervención para frenar la apreciación de la moneda nacional provocará incrementos en el nivel de reservas centrales, mientras que la intervención para frenar la depreciación de la moneda nacional provocará reducciones en el nivel de reservas centrales.
LA FLOTACIÓN SUCIA EN LA PRÁCTICA
En la práctica sus bancos centrales normalmente no se han abstenido de intervenir en los mercados de divisas. De hecho, lo hacen con una mayor o menor regularidad, configurando un sistema de flotación sucia o intervenida. En él, la actuación de las autoridades monetarias no es conocida por los agentes que intervienen en el mercado de divisas, tanto en su magnitud como en la frecuencia.